No íbamos a hacer la tradicional carne de membrillo que cada año se prepara en casa porque a mi madre no le dieron este año los membrillos. Bueno, en realidad no han conseguido pillarla en casa y al final se echaron a perder en la bolsa.
Se lo comenté como anécdota a una nueva compañera del curro, que es encantadora. Tiene un terreno y me apareció al lunes siguiente ¡¡con 4 kilos de membrillos!!
- "Ya no tienes excusa".
Esta tarde nos hemos animado y ¡madre mía, qué buena ha salido!
La receta la tengo puesta aquí, en la Alacena, pero este año no hemos dejado tanto tiempo cociendo el membrillo, por lo que el azúcar de éste no se ha quemado y ha salido más clarita. Además, en lugar del zumo de un limón le hemos puesto el de dos y ha sacado un gustillo mmmmmmmm.
También hemos preparado el licor de membrillo y ¡puff! creo que mi madre se ha pasado con el anís. Eso tira de espaldas jaja. Soy capaz de cargarme a mis comensales el día de Nochebuena o_O pero lo advertiré primero, más que nada para que si me cargo a alguno no me acusen de homicidio xD
Mi madre hace todos los años, pero a mi nunca me ha gustado...manías que tiene una.
ResponderEliminarAntes le traían del pueblo, pero si no, los compra de propio.
A mi tampoco me gustaba pero desde hace tiempo me encanta, ¡qué cosas! Cuando menos guarrerías tienes que comer más ganas te dan de comerlas. Y anda que ha salido poca... pufff
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