Runner un poco chof...

Hoy me he desanimado un poco.

Ya sabéis que llevo unos 4 años dándole al running. Vamos, el correr de toda la vida. Empecé como empieza la mayoría de la gente, para adelgazar. Lo mantuve porque me gustaba, me sentía bien, y si bien es cierto que lo de adelgazar es relativo (hay que cerrar también la boca, jajajaja), me sentía más fuerte.

Hoy he estado hablando con otro runner, y me he sentido mal. He hecho carreras, no muchas, pero me doy cuenta de la caña que se mete la gente, y veo que voy como pollo sin cabeza, a simplemente terminar las carreras, no mejoro, no intento subir los ritmos ni nada. Me quedan menos de 3 semanas para la maratón de Zaragoza, y básicamente salgo a correr casi todos los días, pero no más de una hora. Así es imposible.

 

Ya conocéis a Alma Obregón, sus proezas son increíbles como runner, y me parece que lleva corriendo el mismo tiempo que yo. La verdad que es una chavala que me genera envidia infinita, me veo tan torpe y tan mala corredora. Madre mía… ¡¡Que se ha hecho 100 km por el Sáhara!! (aunque ya sabéis que he estado por Egipto en agosto a temperaturas extremas, seguro que me he curtido un poco más este verano). Diréis que cómo puedo decirlo, habiendo hecho una maratón, pero una maratón en casi 5 horas… Uff no sé si tiene mucho mérito. Es difícil de explicar y sobre todo de entender hasta que no ves las cosas “desde el otro lado”.

Parte de este desánimo viene de las carreras, claro está. Hasta el año pasado, que no me estrené en la del Ebro, yo no había hecho ninguna, me daba vergüenza tremenda que me viera la gente y por supuesto, era consciente de mi lentitud (al César, lo que es del César). Por eso mi primera carrera fue de 30 km. Rápida no soy, pero cabezuda soy un rato, quise acabarla, y la acabé. Cuando te vas metiendo en más, y te vas enganchando, ves el nivel de la gente, sobre todo en las carreras de asfalto. Ahí la gente va a saco, a mejorar marcas todo lo posible. Por eso quizá disfruté tanto en la TMT de este verano (Transmontes Blancos), era otra película…

En definitiva, que no sé muy bien qué hacer. Si dejar las carreras de lado, y asumir que como runner me tengo que limitar a mantener la forma (que no está mal), o buscar un puntito más, cosa de la que no tengo mucho tiempo… ni dinero. Me costaría horrores controlar un personal trainer, como las celebrities.

Voy a intentar recuperar el placer de correr por correr… porque si no lo acabaré dejando. Y sobre todo, no obsesionarme.

Un abrazo y perdonad la entrada tan moñas.