Este fin de semana lo he pasado en la comarca de La Manchuela, en Villatoya (Albacete).
Los padres de Javi, que estaban en el balneario, alquilaron una casita en el pueblo para los hermanos de Javi, las mujeres y los niños.
¡Lo hemos pasado genial!
428 kilómetros distan este pueblecito de Almería. Tuvimos que parar un rato antes de llegar porque mi sobrina estaba ya de los nervios xD

¿Cuánto falta? ¿Cuánto falta? ¿Cuánto falta?

Perdí la cuenta de las veces que lo preguntó y la pobre ¡qué paciencia!
- Ya estoy harta, siempre me decís que falta poco.
Pero al bajar se animó y me exigió una sesión de fotos. Como podéis ver tengo una artistaza en casa :-)
He colgado solo unas pocas porque con ella he probado todas las opciones de la cámara que me ha regalado Javi por adelantado para mi cumple.


Continuamos el camino hasta llegar a la casa, que estaba chulísima y con la que me dejé el cuerpo amoratado... Me enganchaba con los tiradores de las puertas y me choqué con todo lo que había en la casa. Tengo morados hasta los ojos. Por no hablar de las agujetas en los gemelos que tuve al día siguiente. Ni bajar las escaleras podía.
Esa noche llovió como nunca creo que he visto. Menos mal que duró poco que sino terminamos saliendo de la casa a remos.
Al día siguiente nos fuimos al balneario en el que solo eché fotos vestidos porque... en fiiiin... A Javi se le olvidaron los gorros y nos los tuvieron que dejar sus padres. ¡Cosa más horrorosa por favor! Un gorro de tela verde y otro rosa con una franja blanca ancha en medio. Mira mira, un susto verme. Porque claro, Javi se negó en rotundo a llevar tremenda horripilantez y se lo cambió a mi cuñada por el suyo, pero aquí la doña tuvo que llevar el gorro-preservativo de tela a desconjunto con el bikini de Banana Moon xD.

Después de una dura tarde en el balneario volvimos a casa a ducharnos, por si habíamos tenido poca agua. Yo tenía arrugadas hasta las pupilas.

Cuántos tirones de rabo por parte de Carla se llevó el pobre gato. Y cómo corría ella detrás de él. Claro y no solo ella, yo también, que la señorita es una comodona y sino va agarrada no anda.

Con su tío hizo muy buenas migas, pero éste en cuanto le daba un poco de trabajo se la encasquetaba al primero que se le cruzaba... xDDD
A la mañana siguiente, y para despedirnos, Javi, su hermano mayor y yo salimos a hacer fotos a las 7 de la mañana por en medio del campo de la guisa que me veis. ¡¡¡En vestido y chanclas!!! Gracias a que solo hicimos unos 8 o 10 kilómetros y mis pies resistieron al plástico.
Y es que al señorito, a parte de olvidarse de los gorros se le pasó decirme que estábamos en medio de la selva. Así que terminé con las piernas llenas de arañazos y picotazos y es suuuuuuper divertido andar entre matas que pinchan y gusanos que se te suben a los dedos mientras intentas hacer una foto.
