Mi primer chándal Desigual

De verdad que nunca creería que llegaría este momento, pero sí, me he comprado un chándal Desigual. En mi favor decir que el toque vintage y los recuerdos que me traen los chándals de algodón hace que les tenga un cariño especial, y ya no se llevan... Pero Desigual, via Palomica, me puso una versión bastante coqueta del original, y encima en gris vigoré (me chifla ese color y nunca sabré por qué) con lo que no me he podido resistir. Y se ve que le ha pasado a más gente, porque se agotó pronto. Esto es lo que pillé de la venta:

Las sudaderas las he pillado en dos tallas por si fallaba en una, los pantalones en la que quedaba, que quizás me valga y quizás no, a ver qué tal todo cuando llegue.

Qué os parece la propuesta de Desigual para ir a sudar al gym? Y quien dice sudar en el gym dice sacar la basura derrochando glamour... yo intentaré usarlo para ambas cosas, a ver dónde acaban quedando los buenos propósitos del nuevo curso.