Casablanca

Hale, pues ya estoy aquí, por fin!! Os cuelgo algunas fotos del viaje, Casablanca es fea, revieja, sucia y prescindible. Glamour cero. Solamente algunas cosillas: la mezquita, el bazar nuevo, y algún edificio, se libraban. El resto, pues como una ciudad normalita tirando a chunga (no íbamos engañados, que sabíamos que no era gran cosa) Pero os juro que el bazar pequeño me dió escalofruas, y no me solté del brazo del parejo en ningún momento. Que miedo. No compré nada!!! así que imaginaos! (luego en el bazar nuevo, ya fue otra cosa)
Bueno, a lo que vamos: las invitadas lugareñas iban tan impresionantes que yo con mi flamante vestidito azul parecía la prima pobre, jajajaja! no os cuento las bilbaínas y madrileñas que optaron por atuendos menos llamativos que el mío. Parecían las camareras. Los trajes del lugar eran espectaculares, tejidos suntuosos, bordados de oro, y joyones de todo tipo.
Aquí, un ejemplo del primer traje que lució la novia, cuya cabeza corto no porque sea fea, que es todo lo contrario -encima guapísima-, sino por preservar su intimidas. Iba impresionante. Y éste sólo fue el primero.

La menda optó por el chal dorado -con buen criterio visto lo visto- y al final, tras un cómico intento con la pelu del hotel -cuyo parecido con una barbería era más que sospechoso, y sólo tenían tres conceptos que cobrar: champú, corte y "les meches"- decidí hacerme una coleta con el coletero metálico y a tomar viento, que además estábamos cansados y pasaba de darle a la plancha.

Algunos detalles de la ceremonia, la luz era muy extraña y por eso salen así, pero os podéis hacer una idea.

Y por último, una curiosidad:
Este es el imponente WC -individual, claro- del restaurante Le Cabestan, donde comimos el sábado. Salimos entre descojonadas y alucinadas. Allí te sientas en tu trono, a concentrarte en la mar océana mientras te inspiras. Y si te cansas, te sientas un  rato en el sofá a contemplar las rocas. por supuesto, una doncella con su velo reglamentario te recibe y te lleva hasta tu puertecita, para que estés a gusto.

Y este es el lavamanos:

Contraste increíble con la pobreza y suciedad del resto de la ciudad, que por supuesto, paso de fotografiar porque pa qué.
Me acordé mucho de vosotras, y me dio rabia no tener acceso a la wifi del hotel -no sé porqué, con mi BB no funcionaba- porque me hubiera encantado manteneros un poco más actualizadas.
Un besazo y gracias mil por vuestros consejos, al menos fui medio decente, jajajajjaa!