Bueno, pues aquí os cuento cómo hemos reconvertido dos pufs tapizados en curtisane (una especie de terciopelo hiper-resistente pero que también sufre el paso de los años) entre mi hermana y yo, paso a paso...
1) Hemos comprado la tela en el rastrillo de Pepe Peñalver en la calle Castelló a 15 euros el metro. No es demasiado barata, pero sí resistente y bonita, y sobre todo luminosa.
Este era el aspecto original de los pufs, que en el salón todavía pues podía pasar, pero a la cruda luz del día mostraban sin pudor el paso de los años, 2 niños y perro. Dios mío qué horror! Esta foto es de los pufs en el maletero de mi coche:
2) Lo primero, cortar la tela y hacer dos partes a medida del puf (aconsejable hacer dos para la parte de arriba, porque si en un futuro tienes que retapizar la "seta" por accidentes varios, tendrás la misma tela y sólo tendrás que ponerla encima. De hecho, tan seguras estábamos de ello que incluso dejamos el dobladillo hecho a máquina y todo).
Comenzamos por la parte de abajo, hacemos un dobladillo y pasamos un bramante bien fuerte para ceñir la tela a la parte media del puf. Luego le damos la vuelta, desmontamos las patas (iban simplemente a presión) y aseguramos bien con grapadora y -si es necesario- con unas puntadas:
Con la grapadora pudimos asegurar bien la tela al bastidor de la parte de abajo. Es importante tirar bien para que no queden holguras.
3) Vualá, ya tenemos la parte de abajo. La de arriba es lo mismo, hay que medir bien la tela para que no sobre nada, porque si no, la tela quedará holgada y no ajustará bien. Cuando ya la tengamos hecha, con el dobladillo y el bramante metido por dentro, la atamos bien a la parte media, y listos. Lo más rollo es recolocar la tela para hacer los dobleces de las esquinas, además seguro que en cuanto nos sentemos unas cuantas veces tendré que volver a recolocarla hasta que se ubique en su posición definitiva (vamos, que no os descuernéis, que va a dar igual):
4) Y he aquí los pufs en su hábitat, que los pobres están que no se lo creen. Menuda diferencia!!
5) Y ya para rematar y poyaque teníamos la máquina de coser a mano, nos curramos 6 preciosos cojines cuadrados + 2 rectangulares:
Chicas, el salón parece otro -aparte que las telas que escogimos son veraniegas y como ya comienza a asomar el buen tiempo, da buen rollo. Lo mejor es que el cambio de color de los pufs ha aportado muchísima luz al salón, que antes casi ni se veían de lo oscuros que eran (en realidad, venían de otro ambiente y se notaba!!!)
Os lo recomiendo sin dudarlo, en realidad, retapizar es un asunto de maña, que como todo en esta vida, se aprende, al principio estábamos acojonadas, pero luego agarramos la grapadora y la máquina de coser, y un poco más y retapizamos hasta al perro!!
De hecho, mi marido al verlos nos preguntó que cuándo nos poníamos con el sofá!!! (sí, tengo uno de los sofás a juego, y digo a juego porque está igual de hecho polvo!!!)
Dudas, preguntas, etc, ya sabéis dónde ando.
Besazos y feliz domingo,