Cuando nació Claudia mi madre se empeñó en pintarme unos cuadros para su habitación.
Me daba un poco de susto la idea porque si quedaban mal ¿qué hacer? ¿Colgarlos cuando ella venga de visita? ¿Dejarlos perenne mirándolos de reojo cuando entras a la habitación? Complicado con lo dolidas que somos las madres (me incluyo ya jaja).
Para evitar sorpresas elegí seis láminas que saqué de internet para que ella escogiera dos, aunque al final me ha pintado tres y ¡joooooooooooooo, me encanta el resultado! Sobre todo del cuadro sorpresa.
Están hechas las fotos de mala manera y sin colgar pero cuando los tenga puestos prometo foto :)
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Con Mariquitas, el animal preferido de Clau |
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Me encantan los búhos, ¿se nota? |
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Este en directo ha quedado perfecto perfecto.
Se lo he enseñado a la peque y se moría de la risa.
Habrá pensado: "Mira qué bien salen mis padres ahí" |
Mi madre lleva poquísimo tiempo pintando. Al principio hacía cuadros tipo bodegón que, en fin, rezábamos porque no nos pidiera que nos los lleváramos. Desde el año pasado tiene una profe de pintura en el centro al que va y ¡madre mía, qué cambio ha dado! Alucino...
El caso es que el año pasado fui a ver sus cuadros y los de sus compañeros en la exposición anual que hacen y había un señor que pinta auténticas maravillas. Uno de sus cuadros me dejó enamoradísima por sus colores, por la tranquilidad que me transmitía al verlo... Me quedé un buen rato delante del cuadro deseando que el hombre me dijera: "¡venga para tí!". Pero no fue el caso jaja.
Un día llego a casa y me dice mi madre: "Ven, que te voy a enseñar una cosa".
Cuando lo vi no podía creerlo. Bueno, bueno, cualquiera diría que de aquellas manos que pintaban manzanas que parecían melocotones iba a salir algo así.
¡Estoy muy orgullosísima de mi madre!
Hemos comido hoy en su casa y como los tenía todos ya terminados me los ha metido en una bolsa y al salir del portal de su casa, llevando el carrito de Claudia con una mano y la bolsa en la otra, ha venido una bocanada de viento y se me ha metido entre las piernas dándole un rodillazo al cuadro.
Se me ha hecho un nudo en el estómago al pensar que algo que lleva meses haciendo lo pudiera haber roto... Pero he llegado a casa y salvo un pequeño ensanchamiento en la tela donde está la mesa inferior no le ha pasado nada. Uffffffffffff.
Y ahora a ver cuánto tardamos en colgarlos en la pared (jaja algunas ya sabréis de qué hablo)