Hace 11 días llegó a nuestras vidas Claudia, una preciosa morenaza que nos tiene robado el corazón. Decidió adelantarse unos días, imagino que para aliviarme de la pesadez y el calor.
El viernes día 20 mi hermana nos había invitado a comer a su casa tortitas mexicanas y ¿cómo me las iba a perder? Por la mañana me pasé por urgencias porque la noche anterior y esa mañana estaba manchando un poco y, como soy novata, pues mejor prevenir que curar. Yo me encontraba estupendamente.
El ginecólogo me reconoció.
- Llevas dilatados 2 cm, pero no te puedo dejar ingresada porque no hay camas.
- Yo no me quiero quedar! Prefiero irme a casa, que lo mismo me pego dos días...
- Está bien, date una vuelta y vuelves en un rato, que ya habrán dado algún alta. Oye, y no se te ocurra ponerte de parto de madrugada, que estoy de guardia jaja.
Cuando llegué a casa de mi hermana las tortitas las vi de lejos. Las contracciones eran cada 7, luego cada 6, cada 5 minutos... "Ufff, Javi traga, que esta tiene prisa".
No sé cómo no partí el abanico. (Bueno, si, lo partí en la sala de dilatación jaja. Estaba poseida dándome aire).
No sé cómo no partí el abanico. (Bueno, si, lo partí en la sala de dilatación jaja. Estaba poseida dándome aire).
Volvemos al hospital. Urgencias petado de preñadas ¿qué pasa aquí? Mmmm Cambio de luna. Pero, ¿no decían que esto era cuento de viejas?
Por entonces 4,5 cm. Me mandan a la sala de dilatación pero los siete paritorios y las siete salas están ocupadas por otras que también tienen ganas de parir. Todo petao y yo en una sala abandoná de la mano de Dios.
Le pido al matrón que me pongan ya la epidural porque eso empezaba a picar pero me comenta que hasta que no haya un monitor libre que no pueden.
Una de las chicas pasa a paritorio y al fin puedo ocupar una sala de dilatación. Allí no aparece nadie y yo ya estaba con los ojos vueltos xD
Cuando llega el matrón ya estaba con 8 cm dilatados pero aún así engañó al anestesista porque pasados los seis no te la ponen. He de decir que o soy inmune a la epidural o la cantidad que me pusieron fue ridícula...
El caso que en un par de horas Claudia estaba sobre mi pecho y ¡no me lo podía creer! ¡Qué cosa más bonica! Me tiene loca, ya imagino que las que sois mamás sabéis de lo que hablo.
El sábado pasó el pediatra y le dio el alta a la niña y el domingo me la dieron a mi pero había una pediatra de guardia y quiso ver a los niños antes de irse.
A las 10 de la noche me dicen que no me la puedo llevar a casa, que tiene que quedarse ingresada en neonatos porque le han visto unos puntitos rojos en la espalda.
Se me vino el mundo encima. Con todos los bártulos en la habitación del hospital preparados para marcharnos.
En en lactario de Neonatos tras el papeo |
He de decir que el personal del hospital se portó muy bien porque aún habiéndome dado el alta me dieron la posibilidad de quedarme esa noche pero ¿para qué? si no podía entrar a verla hasta las 10 del día siguiente.
Me fui a casa con las manos vacías y con una angustia que jamás he sentido. No podía respirar, se me hizo un nudo en el pecho que ni llorar me dejaba. Otra noche más sin dormir e iban unas cuantas.
Estuvo tres días ingresada. No era nada grave, sólo que tenía muchos glóbulos rojos y muy grandes (así me lo explicó el pediatra para que lo entendiera).
Durante esos días e incluso casi hasta hoy no he atendido llamadas, ni mensajes ni nada. Hasta desconecté el teléfono de casa. Bendita depre postparto... pero es que me vino todo de golpe.
Al salir de allí con ella en brazos me puse a llorar. Estaba exhausta. Llevaba más de una semana sin descansar, el parto, y viajes al hospital cada 3 horas para darle el pecho. A todo eso le acompañaba una ciática maravillosa, una infección de orina (al sondarme tras la epidural), una episotomía y puntos por dentro y todo lo que el parto acarrea (ya sabéis, lo de sufrir en silencio qué duro es).
Para mi todo eso ha sido peor que el propio parto del que no me ha quedado mal recuerdo.
En fin, no os asustéis las que no habéis parido aún, que no hay mal que 100 años dure y Claudia hace que todo eso quede en un segundo plano.
Ahora estamos felices como perdices, durmiendo menos que antes pero con una cosita en mis brazos que dan ganas de espachurrarla ainnnnnnns.
Y os dejo que esta muchachica no tiene espera.
P.D. Aunque no escriba os voy leyendo desde el móvil entre teta y teta siempre que me deja la gordoncha.
P.D. Un millón de gracias a todas las que me habéis mandado regalitos para Claudia. Los guardaré con el mismo cariño con el que los he recibido. Sois geniales.
P.D. Un millón de gracias a todas las que me habéis mandado regalitos para Claudia. Los guardaré con el mismo cariño con el que los he recibido. Sois geniales.