El truco del almendruco

En cuanto llegan los calores, me entran tembleques de pensar en sacar a relucir mis carnes trémulas y mis blancuras... Además he ganado algo de peso, y yo, que soy una agonías y tal y tal, pues pensé en hacerme alguna pijada de éstas que promociona lets bonus. Que si cavitación, que si criolipólisis, que si no sé qué, vamos, estupenda de la muerte me iba a quedar...

No os riáis, yo lo hago.

Como no quería hacer el canelo, primero llamé a un par de sitios. En uno de ellos, me dijeron que me pasara antes de comprar nada para asesorarme.

No citaré nombres, pero vaya tela de sitio. No me inspiraba mucha confianza, parecía una peluquería cutre. Pero cutre cutre.

Paso adentro y me pongo medio en pelotillas. "Uy pues tienes celulitis aquí, y allá, y te convendría en la cara interna de los muslos, ya veo ya... Pues mira lo de lets bonus caca, mejor cógete esto que es más caro y te vas a quedar guay"..."Pero tendrás que beber mucha agua, nada de grasas ni nada de dulces". ¿¿¿Mandeeee??? Eso ya lo sé sin tanta leche.

Y lo que me mata por encima de todo: eso te romperá la grasa que luego se elimina por la orina.
Admito que tengo algo oxidados mis conocimientos de ingeniería química, ya ni os cuento de la biología de BUP, pero ni en mis mejores sueños hubiera imaginado que meábamos las grasas. Ya me gustaría, ya.

Salí de ahí molándome más a mi misma, y pensado que el truco es el de siempre, comer menos, y gastar más energías. Ni más ni menos. No digo que haya cosas que no valgan, pero lo que vale... vale muuucha pasta.

A tomar por saco, un dinerito que me he ahorrado...