Día 1: De Almería a Madrid

Para este año teníamos pensado viajar a Alemania ya que el año pasado se quedó en el tintero, pero las cosas salen como salen y de nuevo quedará para otra ocasión.

Como ya sabéis el parejo vendió su moto para comprar otra y el presupuesto del viaje se recortó muy mucho, así que cambiamos el clima alemán por el del norte de España, que según el señor del tiempo daba bueno para toda la semana.

Me habría gustado hacer el viaje más calmada, sin tantos agobios pero el parejo es un cagaprisas y lo quiere todo para ayer, así que quería salir el mismo día que yo hacía el examen sin haber preparado nada. 

Este hombre está fatal, pero aún así conseguí retrasar la salida al día siguiente para poder preparar la maleta. Tampoco es que me pudiera llevar el baúl de la abuelita, todo sea dicho, ya que las maletas de la moto dejan un espacio reducido. 

Metí a presión en mi maleta unas zapatillas, unos vaqueros, dos pantalones finitos, cinco camisetas de manga corta, cinco de manga larga, una chaqueta de algodón, una chaquetilla de verano y ropa interior para todos los días. La bolsa de aseo tuve que limitarla a cepillo para el pelo, cepillo de dientes, pasta, un botecito de champú, relajantes musculares.para los posibles dolores de espalda-culo y un tubo de gel para lo mismo.

El día del examen fue una locura ya que después tuve que ir al trabajo a zanjar todo lo que había dejado pendiente, despedirnos de los papis y por la tarde preparar mi kit maletero. 

Estaba bastante preocupada porque el examen no me salió como yo esperaba y comencé las vacaciones con un poco de mal humor.

El jueves día 8 nos levantamos temprano para iniciar nuestra aventura. No me había probado los pantalones de cordura que hacía años que no me ponía y realmente estaba preocupada por si no entraba.

Conseguí metérmelos, eso si, con el forro interior quitado porque sino habría llegado con la liposucción hecha por el calor y las apreturas.
Justo antes me pesé para volver a hacerlo a la vuelta ¡error!

Al principio lo pasé un poco mal porque en mi tierra y alrededores aún hacía muchísimo calor y con los trajes negros y el solano cayendo se hizo pesado pero pronto me adapté al efecto invernadero y en 555 km de nada estábamos en casa de mis cuñados.

Me bajé de la moto como si hubiera hecho 20 km ¡qué alegría y qué comodidad! Menuda diferencia con la otra, que en el kilómetro 55 ya habría estado más muerta que viva.

Mi preciosa Carla

Por la tarde mis cuñados nos llevaron a ver el Parque Europa en Torrejón de Ardóz. Un sitio muy chulo para llevar a los niños, pasear, hacer deporte o dónde poder hacerte una foto en la Torre Eiffel, el puente torre de Londres o la Fontana de Trevi entre otros monumentos. Vamos, que te puedes ir allí tranquilamente a posar ante una cámara y decir que has estado por toda Europa que da el pego. 

Una de las réplicas de los monumentos europeos

Réplicas de Claudia Schiffer y Cindy Crawford

La embarazada es mi cuñada,
aunque por el contorno no sería difícil
que me preguntaran si va  a ser niño o niña

Al llegar a casa para cenar recibí un sms de la universidad, de manos de la profesora, haciéndome saber que el resultado final de mi asignatura era de un Notable y que, por lo tanto, ya soy diplomada a pesar de todos los años que he desperdiciado.

¡Qué agustito me fui a dormir!