5º día: Amsterdam en bicicleta

Esta vez no me levanta Javi. Soy yo la que sale como un cohete disparada a coger la bici para desayunar en el mismo sitio que el día anterior.

Me he pedido, por probar, una "tosti" de jamón y queso: Un sandwich tostadito.

Nos dirigimos a la Casa Museo de Anna Frank.

Casa Museo Anna Frank

En realidad no era su casa sino la fábrica donde el padre habilitó en la parte su perior de su fábrica un escondite donde estuvieron 2 años, hasta que los descubrieron.

Me leí el libro hace muchos años y me dejó impactada, así.¡ que nada más entrar por la puerta del museo ya llevaba la carne de gallina. Fue muy emotivo.

Estatua Anna Frank

De allí al famoso Mercado de las Flores. Todo el tiempo me acordaba de mi madre y mi suegra que estarían como locas buscando flores, bulbos y semillas. Pero bueno, ya se las buscamos nosotros :-)

Semillas y bulbos en el mercado de las flores

Flores en el Mercado de las Flores

Ramo de Flores en el Mercado de las Flores

Al fin damos con un establecimiento donde sirven pancakes. Justo en el Canal del Mercado de las Flores.

Andaba como loca desde el día anterior que cogimos la bici mirando a un lado y a otro de la calle buscando una "panquequería". Los "erasmus" que conocimos el día anterior nos dijeron que no podíamos marchas de Amsterdam sin tomar un suculento pancake.
¡Qué cosa tan rica! En casa los hago pero hacía un montón que no los tomaba. Ellos los hacen más gorditos y, además, la carta con los "acompañamientos" era interminable.
- A lemon pancacke, please!

Pancake de limón

Mercado de las Flores

Con la panza llena de tosti y pancake nos subimos a la bici buscando un molino que se veía en el mapa de Amsterdam.

Parada descanso

Y al fin damos con el Molino. Impresiona sus dimensiones. Típico molino holandés

Nos adentramos en un precioso parque lleno de patos y ocas igualito que los que hay en Almería. Oosterpark

Allí disfruté como los chinos paseando en bicicleta. ¡Qué envidia! Tendré que aprovechar que cuando vuelva a mi tierra solo me esperan pitos para que me aparte de la calzada...

wanchu en bici

Ya hemos hecho unos cuantos kilómetros y Javi empieza a tener hambre, así que vamos al centro a buscar algo.

Puesto de frutas

Anda, mira, un castillito. También convertido en restaurante, como el molino anterior. Aquí no, eh, seguro que vale un ojo de la cara comer.

Castillo cerca de la zona centro

Bufff, huele ya un montón a comida. ¡Aquí mismo nos paramos!

La pizza de Javi

Mi burrito

Yo creo que después de todo lo que me he comido hoy no voy a poder ni catar bocado en la cena. Tengo el ombliglo para afuera.

Lo ideal sería volver a coger la bici para quemar tremendas calorías pero tenemos el culo echo pedazos del sillín ya. Llevamos 10 horas sobre la bici, así que decidimos descansar un poco en el hotel.

A la vuelta pasamos por el barrio Rojo con las bicis y Javi liga con una prostiii xD

Es increíble ver lo paletos que podemos llegar a ser los turistas. La calle principal estaba colapsada de gente mirando los escaparates con la baba caída. Que es para que se te caiga, todo hay que decirlo: ¡¡menudos maniquíes!!

Recibo en mi móvil un mensaje de una amiga mía dándome una buenísima noticia y hace que el resto del día, cada vez que me acuerdo, se me ponga la carne de gallina.

Un rato después reiniciamos la marcha pero....

- Leti, yo tengo el culo roto, no puedo coger la bici.

Rokin

De días anteriores nos duelen las piernas, ahora el culo. Javi ha pasado su resfriado pero yo empiezo a encontrarme un poco mal.

Bici tuneada

Es alucinante la cantidad de bicis que ves y ninguna es igual. Estas las suelen usar quien tiene niños o para transportar cosas.

El primer día que llegamos había en la puerta de un colegio un montón de madres con estas bicis.

Iglesia de San Nicolás

Estamos muertos. Mi cara creo que lo dice todo jaja.

Canal Herengranch