viernes, 9 de julio de 2010

Juguetes de Nuestra Infancia - 5ª Parte

La de trampas que podíamos llegar a hacer con este juego, madre mía. Yo siempre acababa en la cárcel mientras mis hermanos compraban el Museo del Prado.. ¡Increíble!Cuando tenía 5 o 6 años nos regalaron una a mi hermana y otra a mi. La mía no duró ni una semana. Le arranqué la cabeza para ver qué tenía dentro.
Las muñecas de Famosa ¿Quién no tuvo una? Yo, después de cargarme a la Nancy mis padres decidieron optar por regalarme otro tipo de juegos para compartir con mi hermano.Como el Scalextric o el tren con sus vías y todo. ¡Qué bonito! El Scalextric tuvo mucho éxito los 5 primeros minutos hasta que mi coche azul sufrió un accidente grave y se le rompió el alerón. Intenté persuadir a mi hermano para hacer un cambio pero no coló. Se chivó a mi padre el muy cabrito.
También jugábamos a los trompos pero... el mío no bailaba ni a la de tres y me cogía cada mosqueo....
Lo mío eran las chapas. Mi hermano y yo nos dedicábamos a barrer el suelo del bar que había al lado del pueblo de mis abuelos para poder hacer carreras.
A falta de canicas nosotros jugábamos con petos (de metal). Mi padre es mecánico y teníamos cientos de ellos. El problema venía cuando no distinguíamos de quién era la canica ganadora... No lo resolvíamos hablando, por supuesto.
Entre torta y torta nos tomábamos un Petazeta que suplicábamos a mis padres. Antes no se conseguían las chucherías con la facilidad de ahora.

Este no lo tuve de pequeña pero si mis primos. Como no era capaz de resolverlo le arranqué un cubito intentando resolverlo a mi manera... El año pasado Javi compró uno y ahí está en la estantería cogiendo polvo.
Tampoco los tuve, pero si mi prima. Ella insistía en jugar a estos juegos pero yo era más cafre que todo eso...
Tampoco lo tuve ¡por desgracia! Deseaba cada finde que mis padres quedaran con sus amigos porque el hijo pequeño tenía una y podíamos jugar al Donkey Kong. Wooow, cómo molaba.

Mi hermano y yo tuvimos una maquinita de las otras más sencillas. Pero como éramos tan tan investigadores cogimos un destornillador y luego no cabían todas las piezas.
¡Ufffffff! Me encantaban estos caramelos, pero lo que más la lata. Era donde metíamos las pesetas que nos daban los abuelos. ¡Qué ruido hacían! xDDD
Tampoco tuve una pero fue lo más en su época. El que tenía una era el Rey. Nosotros, como casi todo, teníamos la imitación xD
¡¡El de pescar lo tenía!!



El pony este no lo soportaba. Mi prima tenía uno y me parecía un juguete de lo más tonto.
¡Dios, qué recuerdos! Y de los malos jajaja.

Como era tonta hasta la médula me empeñé (a pesar de los consejos de mi madre) en llevármela al centro cuando se disponía a hacer compras varias. En la puerta de una antigua cuchillería me despisté y no sabía dónde estaba. Total, que me perdí por culpa de la puñetera bota.

Cuando estaba al borde de bañar la calle en lágrimas apareció un amigo de mis padres que me llevó a su casa, me invitó a una horchata y desde allí llamó a mis padres para que me recogieran.
Ayyyyyyyy, me encantaba el balón saltador. Oye, lo que podías llegar a saltar con esto y la de espinillas echadas abajo, chichones en la cabeza, arañazos y cómo no, tirones de pelos con mi hermano.

¡Aquellos maravillosos años!

2 comentarios:

  1. Cómo molan tus historias, Wanchu!!! Ja,ja,ja,ja....dices "nosotros, como casi todo,teniamos la imitación..." je,je,je...y nosotros!!! Para estrenar el radio-casette compramos la cinta de los Bee-Gees FALSA!!! Cuando nos dimos cuenta, ya la habiamos oido 200.000 veces. Bajón total!
    La consola de Atari!!!! Qué recuerdos, por Dios! y que conste que yo tengo unos cuantos años más que tu...Que yo me acuerdo de la Commodore 64!

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  2. Ay!! Con Petete me has dado en tol coraçao!!!!!
    Joe yo tenía el libro gordo de petete, cómo me gustaba ese bichito...

    Y la botibota, también la tuve....
    La atari... olvídate.... yo eso jamás tuve pero eso sí la peonza sí que sí, jajajajaja.
    Y los juegos reunidos de geyper... ainsssss!
    ;-D

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