1º día: Llegada a Amsterdam

Cuarenta minutos de retraso en el vuelo. Tendría que haber salido a las 10.20 horas.

Llevamos desde las 6.30 horas de la mañana en el aeropuerto ya que mi cuñada entra a trabajar y no podía acercanos después. Mi cuñado tiene que dejar a Carla a la guardería así que después de más de 4 horas nos subimos allí por las paredes ¡Uhhh!

Para aplacar los rugidos estomacales la compañía KLM nos sirve un sandwich y zumo para desayunar una vez que subimos al avión. Con el hambre que tenía me supo a gloria. Y encima de ¡queso! Mmmmm... Presiento que volveré rodando.

Frente a la Plaza Dam

Tras sufrir intensas turbulencias justo antes del aterrizaje llegamos sanos y salvos a nuestro destino: Holanda.

El aeorpuerto se encuentra en Schiphol, a unos 24 kilómetros de nuestro Hotel, el Hotel Rembrandt Classic, en el canal de Herengracht.

- Leti, ¿tu tienes claro dónde vamos? Porque si no sé ni dónde se cogen las maletas ¿Cómo vamos a dar con el hotel?

Decidimos escoger la opción de vuelo y hotel únicamente y no un circuito para no ir en grupo como las ovejas y corriendo para todos lados. Nos apetecía ir a nuestro aire... ¡Y vaya si tomamos aire!

El viaje no incluía traslados, así que había que buscarse la vida.

Nos dirigimos a la oficina de turismo de Schiphol, en el mismo aeropuerto. Imprescindible hablar inglés y entenderlo, sobre todo, porque el neerlandés... Jkjijjsjjikkjjjj ¡ni papa, oiga!

Saqué mi oxidado inglés que usé por última vez en Praga y Budapest el año pasado. A ver si vamos a algún lado con él y con el de Javi.

Canal Singel

Hay dos opciones de llegar a nuestro destino: coger un tren hasta la Estación Central de Amsterdam y desde allí un taxi o caminando (ni idea de la distancia que hay) o irnos directamente en taxi compartido.

Nos indican que hay unos monovolúmenes con capacidad de 7 plazas que te dejan en la misma puerta del hotel.

Javi y yo nos miramos y nos reímos.

- ¡Si, si, vámonos mejor en el taxi ese! Dejaremos las aventuras para más adelante.

En compañía de alemanes y un japonés nos ponemos rumbo al hotel.

El conductor hace chistes y Javi y yo no pillamos ni la mitad de cosas que dice. Somos los típicos paletos que nos reimos pero no sabemos si se están descojonando de nosotros.

Canal Herengracht

El hotel está bastante bien. Es antiguo, pero rehabilitado y tiene baño dentro. Todo un lujo teniendo en cuenta que en algunos hoteles son compartidos.

Nos dan la habitación 214: "La Chu fortin".

Dejamos las maletas y nos dirigimos al centro en busca de un sitio dónde comer.

- ¿Qué comerá esta gente? Ya investigaremos mañana con calma. Por lo pronto entremos en McDonald que es lo que más conocemos.

La noche anterior casi no dormimos y mañana queremos empezar con fuerzas, así que nos vamos al hotel a descansar un rato, aunque pronto volvemos a la carga.

Después de marearnos un poco entre canales y el centro cogimos mesa en un Restaurante Argentino donde comimos bastante bien. Un lugar muy acogedor con velitas.

No tenemos muy buena cara. Nos está costando trabajo hacernos con el lugar, no nos ubicamos y estamos un pelín agobiados. Yo no digo nada y Javi tampoco pero ambos pensamos lo mismo (2 días más tarde nos lo confesamos, aún no leo las mentes jeje).

Canal Herengracht

Continuará...