Odisea de semana

Bueno, mi semana empezó regular. Nos confirman el despido y el abogado que no hay nada que hacer así que en unos días pasaré a formar parte de la empresa más grande de este país, el INEM.
Como lo que mal empieza, "mal" acaba, ayer tenía la eco de la semana 20.

La eco era en la Seguridad Social, como tengo cierto riesgo voy al privado y a estos. Yo iba con poca confianza, siempre me ha tocado un hombre superdesagradable. Teníamos hora a las 15.55. Tras esperar unos 20 min. paso. Primera alegría, son otras enfermeras. Más jovenes y más amables. Me llaman por mi nombre, me explican, ... Entra la ecógrafa, otra chica joven. Los 5 primeros minutos me explica como va todo y que no me asuste si pone cara seria. Pues sí, cara seria puso. A los 15 min. me dice que me vaya a comer donuts y a beberme una coca cola, que está tan mal colocado que no ve absolutamente nada. Ale, aprovecho y me hincho a gominolas también. Volvemos, entramos de nuevo. Otros 10 min. y que nada, que no puede hacer nada, que me vaya a andar otros 30 min y que vuelva. Afortunadamente tenemos un parque cerca así que nos vamos a andar. Volvemos de nuevo, entramos. Y me dice que se ha movido un poco y que lo va a intentar. A la tercera va la vencida, pensé. Pues no. Tengo que volver el próximo viernes, no consiguió acabar la eco, no le vió el corazón (aunque se lo escuchó), vamos que nada.
Al final las 20 h. y nada, ni foto nos pudo dar.

Por lo menos, algo si que se dejó ver. Nos dijo que casi con toda seguridad viene en camino una tarjeterita más. Otra sorpresa, convencidísima que estaba yo que era chico. Pero felíz.
Así que se demuestra que Angela es hija mía, cabezona como su madre. Esperemos que el próximo viernes esté más participativa. Por si acaso, le he comprado un regalito a ver si la animo.
¿Qué os parece?



Perdón por la calidad, está hecha con el móvil. Luego trataré de subir en mi blog (Mas que 4 paredes) la única imagen que nos dió, la de sus piernas.